Como ya lo hemos mencionado en artículos anteriores, la esterilización es un proceso en el que, además de eliminar la suciedad, también se produce la eliminación de todas las formas de vida microbiana como virus, bacterias, hongos y protozoos. Lo que asegura que los instrumentos, productos, materiales, superficies y otros, sean seguros, evitando su contaminación.
Existen varias formas de realizar una esterilización y la decisión de qué proceso utilizar debe estar basado en el tipo de material y el riesgo de contaminación. Existen los métodos por calor seco, calor húmedo y productos químicos. En este artículo solo nos concentraremos en los primeros dos debido a que es más fácil acceder a ellos.
La esterilización por calor seco requiere de altas temperaturas por largas jornadas de tiempo, mientras que la esterilización por calor húmedo requiere de altas temperaturas y alta presión generada por vapor de agua por mucho menor tiempo.
Para una esterilización en seco se necesita un horno de aire caliente, y para la esterilización por calor húmedo es necesario un autoclave clase B, que cuenta con una bomba de vacío como las que encuentras en Red Power Global.
CALOR SECO
El calor seco provoca la oxidación de los componentes orgánicos de las células, penetrando los elementos mucho más lento que el calor húmedo. Este método solo debe utilizarse cuando es inadecuado el contacto con el vapor. El uso de temperaturas muy altas puede interferir con la estabilidad de algunos materiales, por ejemplo, el acero cuando se somete a altas temperaturas pierde su temple, para el plástico y telas puede ser destructiva. Los materiales indicados para esterilizar por este método son instrumentos de corte o de punta que pueden oxidarse con vapor.
CALOR HÚMEDO
Este método provoca la desnaturalización y coagulación de proteínas y la fluidización de lípidos. El vapor tiene la capacidad de penetrar y eliminar las formas vegetativas de procariotas, virus y hongos y sus esporas. La esterilización en autoclave se utiliza en los diversos sectores de los servicios de salud porque es asequible, fácil de usar y la diversidad de artículos que se pueden esterilizar. Sin embargo, se debe prestar atención a los materiales, ya que los materiales termosensibles y lo que se oxidan con el agua no deben pasar por este proceso.
En Red Power cuentas con una amplia variedad de autoclaves clase B de última generación, ideales para esterilizar instrumentos médicos, diseñados para consultorios, clínicas, hospitales y laboratorios. Están equipados con un sensor de calidad de agua, pantalla LCD y válvula de seguridad. Utiliza un microprocesador con sistema inteligente que puede operarse de manera fácil, segura y confortable.